Fabiola Yañez, ex primera dama argentina, presentó un escrito en el que declinó la custodia oficial asignada tanto a ella como a su hijo Francisco en Madrid. La medida se tomó luego de que se difundieran imágenes de su participación en una exclusiva celebración de Año Nuevo en la capital española, lo que generó críticas en el ámbito político.

En el documento, presentado por su apoderada Mariana Lorena Gallego, se explica que la custodia había sido impuesta debido a su residencia en España y reforzada por razones vinculadas a un caso de violencia de género en el que Yañez figura como denunciante. Sin embargo, la ex primera dama decidió renunciar al servicio argumentando que no desea generar un gasto innecesario para la administración pública argentina.

En las últimas semanas, Javier Milei, presidente de Argentina, había cuestionado públicamente la necesidad de mantener la custodia oficial de Yañez, calificándola como un «sin sentido». A raíz de sus declaraciones, solicitó a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que eleve un informe a la Justicia sobre el caso. Bullrich respondió confirmando que cumpliría con la petición de manera inmediata.

Por su parte, Alberto Fernández, ex presidente y expareja de Yañez, presentó una medida judicial para expresar su preocupación por el retiro de la custodia, asegurando que podría comprometer la seguridad de su hijo Francisco. Además, Fernández cuestionó la presencia de Yañez en el festejo de Fin de Año, señalando que el niño no estaba con ella durante la celebración.

El caso ha generado un intenso debate sobre el uso de recursos estatales para la protección de figuras públicas fuera del ejercicio de sus funciones oficiales, y plantea interrogantes sobre las responsabilidades compartidas en torno a la seguridad y bienestar familiar.