Se recibió la primera abogada de la historia de su pueblo natal Selk’nam, del cual es referente y de Tolhuin

Ella es Antonela Soledad Guevara, referente de la comunidad Selk’nam de Tierra del Fuego, y la primera abogada de la historia de su pueblo y de Tolhuin. Antonela logró un hito monumental tras cursar con éxito estudios a distancia en la Universidad Blas Pascal de Ushuaia: se convirtió el 23 de diciembre, en la primera mujer abogada de su ciudad natal.

Días atrás, luego de rendir la última materia de la carrera obtuvo el título de abogada, que le permite ejercer en la provincia y acceder a las herramientas esenciales que necesita para luchar, proteger y garantizar los derechos del legendario pueblo originario, vapuleados por generaciones. Además, es mamá de cinco niños.

Tras el logro, recuerda que hace más de diez años se vienen denunciando ante la Justicia hechos e injusticias «sin tener nunca una respuesta». Esto, bajo plena noción de las atrocidades cometidas antaño y el genocidio perpetrado a su pueblo.

«Nuestros derechos son avasallados constantemente, esto sucedió a lo largo de la historia con un Estado cómplice», narra a este medio la flamante letrada y mamá de cinco hijos. Ferviente defensora no sólo de su comunidad sino también de los pueblos originarios de todo el país, la Dra. Guevara solicitará al Colegio ser matriculada en la jurisdicción Tolhuin, siendo que la Ley provincial solo contempla el Juzgado de Río Grande y el de Ushuaia.

Tras recibirse con un promedio de 7,05, Antonela considera que lo conseguido es un logro desde el punto de vista personal, pero resalta que también lo es para los pueblos originarios de Tierra del Fuego, que no tenían ningún abogado que los represente en las causas que los ve como damnificados por innumerables cuestiones.

En lo que respecta a sus orígenes, la sangre del pueblo Selk’nam que fluye por sus venas la hace querer impulsar a la gente de su comunidad y otros pueblos a hacer lo mismo que ella «para poder ser visibilizados» en todas las problemáticas a las que se enfrentan, frente a una sociedad a nivel general y los tres Poderes del Estado que siguen dándoles la espalda.

«Esta carrera me enseñó derecho civil, penal, internacional, laboral. Pero en ningún lado había una materia de derecho indígena, y eso pasa en casi todas las Universidades», lamenta la abogada.

Antonela Guevara entendió que ya no servía con ir a denunciar «como una ciudadana más» estos avasallamientos, injusticias y abusos a los cuales su pueblo se vio y se ve sometido. Razón por la cual, desafiando los estándares y el orden establecido, se embarcó en una empresa repleta de dificultades. Sin contar siquiera con los medios adecuados y con una pandemia en el medio, logró sobreponerse a todos los obstáculos, y finalmente consiguió el tan ansiado objetivo.

«La gente no se tiene que rendir», asegura con firmeza y convicción. Anticipa que, en caso de tener que ir a una Corte Internacional y llegar hasta la misma ONU lo va a hacer, sin dudarlo, para representar los derechos de su comunidad en el ámbito internacional con todas las herramientas de la ley.

«Yo voy a representar cualquier caso que me movilice, que deba ser defender una causa justa», asevera la Dra. Guevara. Promete que, una vez pueda jurar y matricularse en Tolhuin, los casos en los que ya viene trabajando y que se van a presentar son «muy complejos». Y confía con ello en poder visibilizar todas las injusticias, los reveses y el sufrimiento que viene padeciendo su pueblo, desde tiempos inmemoriales.

Fuente: Info Fueguina