Los dos primeros vuelos comerciales de Latam entre el continente y Malvinas luego de 27 meses de suspensión por la pandemia de COVID 19, sumaron escasísimos pasajeros. El sábado 2, la ruta Mount Pleasant/Monte Agradale – Punta Arenas, Chile; registró 41 personas, en tanto que ayer en sentido inverso, solo embarcaron 9 chileno; y en la escala Río Gallegos, no subió nadie.
Se desdibuja el contrapunto diplomático entre el gobierno colonial británico y la cancillería argentina sobre la necesidad de vuelos.
El contrapunto diplomático de más de un año, entre el gobierno ilegal británico de Malvinas y el gobierno argentino de Alberto Fernández, sobre las supuestas consecuencias que trajo la decisión kelpers de suspender de los vuelos comerciales de Latam entre el continente y el archipiélago; se desdibuja, ante el bajísimo número de pasajeros chilenos, británicos y de otras nacionalidades que acumularon las dos primeras frecuencias realizadas por la compañía con aeronaves Airbus 320A de 180 plazas, los días 2 y 9 de corriente. Lo mismo que la nula presencia de argentinos para volar a las islas por los 40 años de la guerra, como argumentaba el secretario de Malvinas de la Cancillería, Guillermo Carmona, como necesidad de veteranos y familiares de los héroes enterrados en el cementerio de Darwin.
El domingo 3, el diario La Prensa Austral de Punta Arenas, informaba que el día antes, “cuarenta y un pasajeros arribaron en el vuelo LA894 que salió a las 13,57 horas desde Mount Pleasant y arribó a las 15,30 a Punta Arenas”.
Una semana después, Tiempo Sur de Río Gallegos informó que en el aeropuerto de esa ciudad no subió ningún argentino, ni extranjero con destino a Malvinas y que el vuelo traía a bordo tan solo “nueve pasajeros (…) todos de nacionalidad Chilena”.