Un ingeniero de Tierra del Fuego creó un dispositivo portátil que permite detectar fracturas usando la bioimpedancia del cuerpo sin utilizar Rayos X
Estando a kilómetros de un hospital, detectar una fracturas en el menor tiempo posible puede llegar a salvar vidas. El ingeniero biomédico Antonio Dell’Osa; porteño pero radicado desde hace unos años en Tierra del Fuego creó un prototipo de dispositivo portátil para detectar fracturas sin Rayos X.
Este dispositivo está basado en la tecnología de la bioimpedancia, por la cual se pueden obtener las propiedades eléctricas de un sistema biológico para realizar mediciones. Que sea particularmente portátil, permitiría detectar fracturas en el lugar donde ocurrió un accidente sin necesidad de llegar a un hospital.
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Diagnóstico rápido sin recurrir a rayos X
Fanático del senderismo, vio la carencia de hospitales en zonas montañosas de nuestra provincia y las dificultades que presentaba un rescate en esa región. En un eventual accidente, además de un complejo rescate; se perdía tiempo esencial para que la persona fuera atendida y confirmar si existía alguna fractura.
En tanto, Dell’Osa presentó este proyecto en la Fundación Favaloro, donde estaba estudiando, pero al principio no lo tuvieron muy en cuenta. “En CABA hay equipos de rayos X en todos lados”, le dijeron. La realidad es que en ciudades grandes eso no sería del todo esencial pero en zonas de montañas puede hacer la diferencia.
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Gracias a una beca de 6 meses en Italia y al contacto con profesionales de otros países fue adquiriendo mas experiencia en el tema bioimpedancia. Con el paso del tiempo se convirtió en uno de los mayores especialistas en el tema en todo Latinoamérica.
Igualmente, el no poder contar con apoyo económico hacía que el proyecto no avanzara. Pero la idea ya estaba en funcionamiento y conformó un grupo de trabajo, con Guillermo Prisching, Agustín Mailing, Pablo Fumega, entre otros docentes y estudiantes.
A través de la bioimpedancia
La bioimpedancia se basa en aplicar una corriente eléctrica a través de la parte del cuerpo a estudiar para medir el índice de masa corporal. Esta corriente es inocua e imperceptible, y en este caso se emplea para detectar variaciones en las estructuras de los huesos, y así detectar si tiene una fractura.
Una de las principales razones por las que una persona es trasladada a un hospital luego de un accidente, es por la sospecha de una fractura ósea. Con este dispositivo se reduciría el tiempo en cuanto a las prioridades de salud y, además, se evitaría irradiar a los pacientes innecesariamente.
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El diseño de este prototipo aún está en evaluación y todavía le faltan pruebas clínicas. En este sentido, Dell’Osa indicó que ”las que hicimos hasta ahora son alentadoras”.
El prototipo tiene el tamaño de un celular y contiene cables con electrodos adhesivos que se adhieren a las piernas o a los brazos. Todavía no es completamente portátil ya que hay que enchufarlo a una PC y no tiene desarrollada una interfaz.
Cuando esté terminado, “tendrá el tamaño de una Playstation portátil y podrá mostrar los resultados en el momento; descartando falsos positivos y permitiendo actuar a los rescatistas o a las ambulancias de otra manera”, sostiene Dell’Osa.
Como influyó la pandemia
La pandemia por coronavirus logró que este dispositivo tome relevancia. Las guardias y salas de esperas se veían colapsadas, dentro del aforo que disponían, por lo que resultó ser una buena opción.
En ese sentido el ingeniero biomédico explicó que “la sospecha de una fractura es una de las principales causas de entrada a los hospitales«. Con la disponibilidad de un equipo que pueda confirmar previamente la fractura; se evita que las personas estén esperando minutos u horas vitales y puede derivarse al área correcta.
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Parecía el puntapié para consolidar el proyecto pero por el contrario, la pandemia también demoró su avance; ya que el mundo científico postergó toda actividad que no estuviese directamente relacionado con el Covid-19.
Cuando esté terminado, podrá implementarse tanto en las ciudades (para ya saber en la misma ambulancia si se trata de una fractura), en lugares de difícil acceso (zonas montañosas) o aisladas, como la Antártida o pueblos alejados de hospitales o centros de salud.